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Volar a cualquier lugar del mundo en 30 minutos

El visionario inventor, físico y empresario sudafricano Elon Musk, que durante mucho tiempo ha soñado con establecer una colonia humana en Marte, planea construir un nuevo código de cohete espacial llamado “BFR” (Big F*cking Rocket), capaz de viajar a cualquier parte de la Tierra en menos de una hora. “Si vamos a lugares como Marte, ¿por qué no en rutas Tierra-Tierra?”, dijo Musk el viernes en el 68º Congreso Astronáutico Internacional en Adelaida, Australia. Hacia el final de la presentación altamente técnica de Musk, en un vídeo mostró como decenas de personas suben a un ferry de alta velocidad en Nueva York y, después, abordar el BFR en una plataforma flotante. Aquí se lo mostramos.

Si el concepto se convierte en realidad, Musk dijo que un vuelo de Nueva York a Shanghai (11.897 km) podrá hacerse en unos 39 minutos. El sorpresivo anuncio significa que su Space Exploration Technologies Corp., que ya ha irrumpido en la industria aeroespacial con lanzamientos reutilizables, planea trasladar a los seres humanos no sólo a planetas lejanos, sino también a través de éste, estableciendo un desafío potencialmente competitivo a la industria del transporte aéreo comercial.

"Vuela a la mayoría de los lugares de la Tierra en menos de 30 minutos y a cualquier lugar en menos de 60", ha escrito Musk en un post es su cuenta de Instagram, después de haber dejado el escenario sin escuchar preguntas. "El coste por asiento en estos vuelos espaciales debe ser aproximadamente el mismo que la tarifa Economy en un avión. Olvidé mencionar eso”.

Musk ha agregado que “con muchos operadores de satélites comerciales como clientes, los ingresos de esos contratos ayudarán a financiar el desarrollo del BFR, que sería capaz de transportar satélites a órbita, tripulación y carga a la Estación Espacial Internacional, y completar misiones a la Luna y Marte”. Asimismo, ha referido que el BFR contendría 40 cabinas capaces de transportar aproximadamente a 100 personas a la vez.

Musk, de 46 años, tiene un patrimonio neto de aproximadamente 21.000 millones de dólares y ha dicho en el pasado que usaría sus propios bienes personales para ayudar a financiar su visión. Primero detalló sus planes de Marte en una charla en el Congreso Internacional de Astronáutica (IAC) en Guadalajara, México, hace un año, y luego publicó un artículo sobre el mismo proyecto, generando una enorme emoción, pero aumentando las preocupaciones ya que incluía pocos detalles sobre el financiamiento. Musk prometió a sus seguidores de Twitter este verano que su plan de Marte actualizado trataría la falta de detalles de pago, lo cual consideró “el defecto más fundamental” en su primer anuncio (ver: Interplanetary Transport System, ¿el cohete que llevará al hombre a Marte?).

El nuevo plan prevé que el primer BFR aterrice en Marte en 2022, seguido por misiones con tripulación en 2024.

Marte ya no es un tema de ciencia ficción. La exploración de Marte tuvo un enorme impulso en agosto de 2012, cuando Curiosity Rover de la NASA aterrizó en el Planeta Rojo. El vehículo robótico continúa transmitiendo impresionantes fotografías de alta resolución del paisaje lleno de dunas y montículos para el deleite de los científicos y 3,8 millones de seguidores de Curiosity en Twitter.

Sin embargo, la colonización humana de Marte no será fácil. Llegar allí tomará varios meses, con riesgos desconocidos para el cuerpo humano y la psique. Incluso si los exploradores espaciales sobreviven el viaje de 155 millones de millas y el posterior primer desembarque tripulado, tendrían que trabajar inmediatamente para crear una atmósfera habitable, encontrar agua y producir el combustible necesario para propulsar el cohete de vuelta. Y Musk es famoso, en parte, por sus programas totalmente aspiracionales.

Musk, quien también es CEO de la fabricante de autos eléctricos Tesla, fundó SpaceX en 2002 con el objetivo final de permitir que la gente viva en otros planetas. La compañía de exploración espacial en la actualidad vuela el cohete Falcon 9 para clientes que incluyen la NASA, operadores de satélites comerciales y el ejército estadounidense. La compañía con sede en Hawthorne, California, también tiene planes para lanzar su propia red de satélites.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Hosteltur